miércoles, 25 de marzo de 2009

SIMPLEMENTE, KOSOVO


KOSOVO Y EL CONFLICTO DIPLOMÁTICO




Hace ya más de un año, que Kosovo declaró de manera unilateral su independencia. De esta manera seguía el mismo camino que desde 1991 iniciaron Eslovenia, Croacia, Macedonia, Bosnia y Montenegro. El sueño de “La Gran Serbia” se esfumaba definitivamente.

El primer ministro Kosovar, Hashim Thaci anunciaba por entonces que el caso de Kosovo era especial, que “no debía sentar ningún precedente en la comunidad internacional”. “Nuestra independencia es el final de la descomposición de la antigua Yugoslavia”. Pero lo más importante quizás fue esta declaración: “Kosovo acepta sus responsabilidades como miembro de la comunidad internacional” y respetará “los principios de la carta de Naciones Unidas”.



La práctica totalidad de países de la Unión Europea y los EEUU reconocieron la independencia de Kosovo. Los países que no aceptaron la independencia de Kosovo fueron: España, Serbia, Bulgaria, Rumania, Eslovaquia, Georgia, Azerbaiyán y Rusia.

Centrémonos en el caso de España: Bueno pues es muy sencillo de entender que nuestro país se niegue a reconocer a Kosovo como un estado independiente y más si la declaración de independencia de Kosovo se ha producido de manera unilateral. Teniendo dos territorios de tanta tensión respecto a su soberanía como son Cataluña y Euskadi, es bastante normal que España no acepte esto, para salvaguardarse de una posible reacción en el mismo sentido de los vascos y los catalanes. Esta es simple y llanamente la única razón de que España no reconozca Kosovo, sino tuviéramos este problema interno, España se habría sumado a la Comunidad Internacional. Pero las cosas son así y por muy justas que España considere las causas del pueblo Kosovar, no puede y no debe reconocer su independencia.

Se acordó que hasta que el nuevo estado Kosovar no fuera capaz de conformar una fuerza sólida habría presente en su territorio un contingente de fuerzas de la OTAN, para ayudar a la estabilización del nuevo territorio. Entre esas tropas de la OTAN, había un contingente de fuerzas españolas. En ese primer momento con el conflicto aún caliente el gobierno socialista no considero oportuno esa retirada de tropas. Algo que por entonces ya pedía el Partido Popular.



Nuestras Tropas vuelven a casa

Tras un año de relativa calma, en la última semana de manera algo sorprendente, la ministra de Defensa Carme Chacón anunciaba a los soldados que retornaban a casa. En España está noticia cogió a todos por sorpresa, aunque de base se aceptó de manera generalizada. Las que no aceptaron en grado sumo la medida anunciada por la ministra, fueron las instituciones internacionales. Ni los miembros de la UE, ni la OTAN y tampoco Estados Unidos.





La reacción de EEUU fue la que más preocupó tanto a la sociedad como a la oposición política española. La posibilidad de un nuevo tiempo de relaciones cordiales con la administración Obama parecía romperse con las reacciones de diversos mandos Estadounidenses. La primera reacción por parte Estadounidense fue en los siguientes términos: “Nos sentimos profundamente decepcionados con España. No creemos que la misión haya finalizado”

Estas reacciones de desconfianza en la política exterior española fueron muy hábilmente utilizadas por el Partido Popular, que criticó al gobierno por “enfadar innecesariamente al Sr. Obama” y por “provocar una pésima imagen de España en el exterior”



El gobierno criticó esta actitud del PP, pues entienden que en el fondo del asunto la opinión publica española y los partidos políticos están de acuerdo. La ministra se expresaba así: “No hemos hecho ni más ni menos que lo que ustedes llevan pidiendo un año, por lo tanto el fondo del asunto no es el problema”. “Si lo que les preocupa son las formas y los malentendidos que se han producido, no se preocupen pues ya han sido subsanados. Lo que sospecho es que a ustedes, sólo les importa criticar por criticar”.

Las mayores críticas se producen por las formas pues se critica al gobierno el no avisar con antelación ni a la OTAN, ni a EEUU. El gobierno ha manifestado que si remitió una carta al Secretario General de la OTAN, comunicando la decisión. Respecto a la decisión de no contentar a EEUU, el gobierno parece querer dejar claro que a pesar de tener intención de mantener unas estrechas relaciones con Obama no va a caer en errores de anteriores mandatarios españoles de postrarse ante la voluntas estadounidense.

Para evitar un conflicto innecesario con los Estados Unidos, el Secretario General de la Presidencia se reunió con miembros del equipo de Obama para aclarar posturas y consiguió suavizar la situación.





Pero aquí no acabaron las cosas. La oposición puso en marcha una estrategia de acoso y derribo al gobierno, al conocerse que podía haber fisuras dentro del ejecutivo. Estas fisuras consistían en que en tal decisión no había sido participe el Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Esto último ha sido desmentido por el propio ministro, que dice apoyar por completo la decisión.





A modo de resumen se podría decir que los que critican fuera de España, la retirada de las tropas son la OTAN y EEUU que ven ahora como un enorme problema, el hecho de cubrir esas inesperadas bajas. Los que dentro de España lo critican, no critican el fondo y si el conflicto diplomático que se ha generado por tomar esta decisión sin consultar previamente a EEUU.

Los que apoyan la retirada se basan en que España ha permanecido un año en Kosovo para de algún modo garantizar la estabilidad, pero que ahora comienza otra misión que es la de dotar de instituciones al país y que hay España al no reconocer Kosovo no puede participar. Respecto al fondo, consideran que ha podido haber un error de coordinación pero que este ya ha sido subsanado. El presidente Zapatero llegó a decir que es sólo decisión y responsabilidad española como maniobran sus cuerpos de Defensa.

Los analistas que han defendido al gobierno, incluso en las formas, plantean que de otra manera habría sido mucho más difícil salir. Si el caso se hubiera llevado a la OTAN, para que allí lo estudiasen y contase con la aprobación del Consejo de Seguridad, probablemente no habríamos salido de Kosovo en muchos años.

Los detractores en las formas del gobierno seguro que se sienten identificados con estas palabras del europarlamentario de CIU, Ignasi Guardans: “Esto es como si le dejas un piano a un club de jazz, para que haga unos conciertos y de repente al cabo del tiempo, sin que el club haya dado todos los conciertos, llega por la noche el dueño del piano y se lo lleva sin previo aviso y dejando al club con su programa de conciertos programados”. Es una buena explicación aunque no se adecua exactamente con la realidad, ya que el piano sigue en el club y no se irá de allí hasta que llegue su relevo.

Parece finalmente que las tropas españolas abandonarán Kosovo de una manera progresiva y el grueso de la expedición se retirará en verano.








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